En las personas la edad influye y debe ser considerada a la hora de establecer un perfil de inversión. La escogencia de un portafolio y activos financieros deben tomar en cuenta los riesgos que podemos asumir, acorde con las diferentes etapas financieras:
1- Etapa de juventud temprana, soltero (a) o recién graduado.
Las personas jóvenes necesitan máximo crecimiento de su pequeño capital, tienen mucho tiempo por delante para equivocarse y acertar, cuentan con ingresos laborales o profesionales, y pueden aceptar mayores riesgos en sus inversiones a cambio de mayor potencial de retorno, un portafolio en esta etapa de la vida debe tomar en cuenta estos instrumentos:
50% Acciones de tecnología y crecimiento de EE. UU. y China
30 % Invertidos en algún negocio propio, “startup” o emprendimiento
10% Criptoactivos
10% Iniciar tempranamente un Plan de Jubilación Privado.
Objetivo de la Etapa: Crecimiento Agresivo
2- El inicio de la familia, llegan los hijos, pareja estable y nuevas responsabilidades.
En esta etapa de la vida comienzan nuevas responsabilidades, aun son muy jóvenes pero los gastos familiares se incrementan con la llegada de los hijos, una pareja o el matrimonio.
El perfil de riesgo debe comenzar a balancearse, pensar también en la protección financiera del patrimonio y la planificación, durante estos años podemos considerar invertir:
30% Instrumentos de Renta fija en moneda dura
30% ETFs de Renta Variable Global
25% Acciones de marcas globales líderes de EE. UU.
5% Criptomonedas
10% Invertidos en un Seguro de vida Universal
Objetivo de la etapa: Crecimiento moderado, protección y balance.
3- Adulto contemporáneo en su máxima capacidad financiera.
Autores de finanzas personales plantean que entre los 45 y 55 años muchas personas logran su plenitud financiera, es una etapa de vida donde la experiencia y la acumulación de activos se conjugan y permiten potenciar los ingresos e inversiones, asimismo algunos padres aún deben financiar estudios superiores de los hijos, y en otros casos comienzan a independizarse y dejan de ser una carga económica.
Paradójicamente es la fase de antesala a la etapa jubilatoria, a partir de esta etapa se debe diversificar mejor y comenzar a reducir la volatilidad de las inversiones:
40% en Fondos Mutuos de Renta Fija
20% Acciones “Blue Chips» de EE. UU.
15% ETFs de Renta Variable Global
10% REITs
10% Oro
5% Aportes especiales al Fondo de Jubilación Privado y Seguro de Vida
Objetivo de la etapa: Diversificación y consolidación patrimonial.
4- Tercera Edad, Jubilación & Retiro.
Finalmente llegamos a la tercera edad, una etapa de vida donde las personas inevitablemente reducen su competitividad laboral y los ingresos comienzan a bajar. La clave del éxito es lo que se haya construido en la etapa productiva, acá se debe priorizar la preservación del capital y la generación de renta para sustituir ingresos:
40% Fondos de Bonos Grado Inversión
20% Oro
20% Acciones de EE. UU. que paguen altos dividendos
10% REITs
10% Cash/ Liquidez
Objetivo de la etapa: Preservación del Capital, Liquidez y renta.
Estas son ideas de los instrumentos financieros y de inversión que podrían conformar los portafolios en etapas de las personas, espero les sirvan de orientación y estrategia de “Wealth Management”, bajo el entendimiento que cada realidad financiera personal puede ser diferente.
Román Eduardo Gutiérrez
Financial Advisor, profesor de finanzas, CEO y fundador de Dinero Inteligente.
Fotos: The Lazy Artist Gallery en Pexels.